Y allá voy yo
como un poeta triste
por una luna negra
de pájaros torvos.
¡Ay, qué bien
estar así, tendida,
como una tarde echada,
como encendida noche
de azules violetas!
O este quedarme pleno
mi Dios o mi universo.
Como una mano inmensa
que todo lo perdona.
Yo mi fin y mi principio.
Inercia siempre yente
de Dios a mi egotismo.
como un poeta triste
por una luna negra
de pájaros torvos.
¡Ay, qué bien
estar así, tendida,
como una tarde echada,
como encendida noche
de azules violetas!
O este quedarme pleno
mi Dios o mi universo.
Como una mano inmensa
que todo lo perdona.
Yo mi fin y mi principio.
Inercia siempre yente
de Dios a mi egotismo.
1 comentario:
Es una poesía preciosa.
Publicar un comentario