viernes, 11 de julio de 2008

COCODRILO



Mis garfios en el lodo,
justo donde había caído.
Mis fauces en el suelo,
respirando el olor generoso
y verdadero de la tierra.


Y vuelve la vida
pasando su mano imperceptible
por mi lomo de animal herido.
Están mis ilusiones todas
colgadas a mi pecho,
succionándome,
como voraces cachorrillos
con auténtico derecho a la vida.


Despabilan mi invernal letargo
el lascivo cantar de las chicharras,
el zumbido hastiante de la abeja,
y el sol, que recalienta
mis duras escamas
de viejo cocodrilo.


Ante mis ojos de batracio
aparecen los granados florecidos.
Es el Estío,
y nacen ínfimos seres.


Y de nuevo me arrastro
hacia el agua, que es mi tierra,
sin preguntar ya más
el por qué del árbol o la rosa.

2 comentarios:

Unknown dijo...

good

MARIA ÁGUILA BOGE dijo...

Estimado Sr. Talal Mohamed: Me encantó haber recibido su escueto Good a mi poema Animal herido.Yo leo sus blogs en inglés y francés, pero no árabe. Muy interesante sobre la cultura egipcia. Espero que lea en mi Filosofía de la Historia ni Trinidad Monoteísta.
Cordialmente. M.A.